martes, 1 de septiembre de 2009

Asustado

No podía evitar el mirarla. De un tiempo a esta parte la chica rubia de los ojos inmensos y poses de zorra se me aparecía en todas las esquinas. Una tarde me sorprendí yendo al bar en el que sabía que trabajaba sólo para verla, y eso me asustó.

Nunca me gustó enero, nací en el mes más frío, en el mes de los nuevos propósitos y las eternas mentiras. Este enero, sin embargo, pintaba bien, por fin estaba en Boston, no conocía nadie y no me importaba estar solo. Pero aquella chica rubia, aquella chica rubia estaba jodiéndolo todo, yo había venido aquí a encontrarme a mí mismo y, ahora que empezaba a disfrutar, ella se colaba en cada una de las frases que escribía.

Bajé al puto bar, odiándome por saber que no lo hacía porque me apeteciese, sino porque quería verla al otro lado de la barra, pedirle una cerveza y que me sonriera, estaba bajando sólo por una sonrisa y maldecía conforme andaba haciendo equilibrios por la mierda blanca endurecida que cubría las aceras. El blanco de las calles contrastaba con la noche y me sentí extraño, como nunca me había sentido, me sentí terriblemente solo, la sensación era parecida a una idea que se te escapa, una palabra en la punta de la lengua y que se resiste a salir, anhelaba su mirada. El frío húmedo me iba calando los huesos, estuve a punto de besar el suelo del bar al mejor estilo papal cuando por fin entré, pero el sentido común me hizo contenerme. Siempre hace que me contenga.

Oteé la barra en busca de la chica rubia, el dueño estaba allí, al lado de otra chica rubia, otra, no ella. Alarma, se dispararon todas las alarmas, por lo poco que había hablado con ella sobre sus horarios sabía que por las tardes debería estar allí. Debía estar allí. “Calma, calma” me dije. Aunque la sensación de haberla perdido me empezaba a invadir. Estaba ya calculando cuantos bares tendría la ciudad y cuantos años necesitaría para recorrerlos todos cuando empezó a entrar en el bar la banda que tocaba esa noche. Apoyado en la barra los miré de reojo. Allí estaba ella, con una funda de guitarra al hombro. Me maldije por dentro al confiar mi felicidad a su sola presencia. “Pero como puedo ser tan imbécil” pensé para mis adentros, así que en una de esas piruetas mentales decidí que lo mejor era ignorarla, que no se me notara que la devoraba con la mirada esperando que ella fuera lo que demonios fuera que necesitara para cambiar y ser feliz.

Apoyado en la barra, aferrado al botellín, la sentí acercarse y noté su mano en mi cuello mientras pasaba por detrás, trepando por mi nuca, penetrando en mi pelo negro y enmarañado y acariciándome. Durante un segundo, mil años, el placer me desbordó, fue la mano de la madre que recoge al hijo del suelo, fue el primer beso nervioso a la salida del colegio, el primer polvo explorando un cuerpo extraño sin conocer los límites propios siquiera. Mientras me giraba ella dejó caer la mano deslizándola por mi hombro al tiempo que volvía su cabeza para sonreírme. Sonreí. Nadie nunca me había dicho de una manera parecida “Hey, hola, me alegro de verte”. Al verla ir hacia el pequeño escenario, sintiendo el movimiento de su culo bajo la funda de guitarra apoyada en su espalda, contemplando los vaqueros ajustados y su pelo rubio supe el infierno que me esperaba. Tenía que claudicar a la evidencia, era irracional, puramente químico, apenas habíamos hablado un par de semanas, pero su sonrisa me traspasaba, su risa hería mis oídos cuando la oía al fondo del bar y su voz cuando cantaba... Recuerdo la vez que la vi subida al escenario preguntando mi nombre la noche que la conocí. Después, por la noche, en la cama, una tormenta en mi cabeza. Habría renunciado a mi dios si lo tuviera por adorarla a ella esa noche, con la luz tenue, los suaves acordes de guitarra, el silencio en el bar, yo parado en la puerta y ella comenzando a cantar.

15 comentarios:

  1. Me alegra ver que de nuevo andas por aquí y ver que sigues embelesándonos con tus historias.
    No puedo dejar de decirte de nuevo lo mucho que trasmites con ellas...



    Saludos,
    MaiV.

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  2. Gracias MaiV, ahora tengo menos tiempo, pero a ver si puedo seguir contando historias cuando el nivl de trabajo baje.
    Un saludo.

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  3. Esta historia me trae recuerdos no muy lejanos, uhmmm!! que de recuerdos!!!!

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  4. Los recuerdos ajenos despiertan vivencias propias, para bien o para mal... Gracias por pasarte YO.

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  5. Interesante historia. La narrativa es fluida y al mismo tiempo la narración desubica la lector que no sabe muy bien que esperar a cada momento. Se consigue que esté tan desconcertado como el propio protagonista de la historia. Bien logrado :)

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  6. Gracias Deprisa. Es exactamente ese el estado: desconcertado. No debería sentir eso, lo niego, pero se que está ahí y eso me desconcierta. Muchas gracias por tu opinión.

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  7. Y t fuiste???ay por diosss este chico vuelve d vacaciones y m sigue dejando "pasmaa"...jajaja
    M encanta...tb q estes d vuelta,jeje

    Saludos de la chica morena.

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  8. Saludos isabel y gracias por seguir pasando por aquí.

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  9. Nina Blok10/9/09 15:37

    Es la primera vez que leo su blog, por recomendación suya, por cierto. Creo que tiene un talento indiscutible. He leído un par de enradas y la sencillez con la que escribe es asombrosa. Lo dice todo.
    Ser escritor es ser capaz de contar algo corriente y aun así atrapar al lector. Usted lo es. Gracias por escribir (aunque sé que las opiniones mías no le importen lo más mínimo, quedo gratamente impresionada y eso es de agradecer a día de hoy).

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  10. Ostras Tom. Esta ha llegado por aquí... En fin, que gracias por tu comentario, que disculpa que te hayan suplantado la identidad en mi blog y... ¡que te sea leve! Un abrazo

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  11. Increíble lo que hace una mujer bella y la idealización recreada en ella...

    Excelente relato, me tuvo concentrado... algo parecido me ha pasado...

    Éxitos Tom

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  12. Nina: Gracias por lo del talento. Muchos dicen que tengo mucho porque no lo he utilizado nunca y lo mantengo intacto, jejejeje
    Paco: Tranquilo Paco y muchas gracias por tu comentario. Te sigo leyendo con interés.
    Ki: Gracias, gracias. Espero verte mas veces por aquí, un saludo.

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  13. Saludos Tom, al paso que vas te vas a convertir en toda una promesa del género negro.
    Me gusta lo que escribes

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  14. enhorabuena, cada vez es más interesante tu relato.Saludos

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  15. Gracias Mariano, seguro que no llego a tanto, pero animan tus comentarios. Gracias por seguir pasandote por aquí y me alegro que te guste.

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