Una mañana, una cualquiera, sólo en mi cama. Nadie al lado otra vez. Siempre me duermo con la esperanza de que ella esté al despertar. Que se haya arrastrado entre las sombras hasta aquí, ¿desde dónde?, no lo sé. Hace ya una semana que se fue, otra vez. No meto a nadie en su cama, nadie extraño, es lo único que respeto. Me valen camas ajenas.
La misma resaca de siempre y las mismas ganas de verano. Ayer no fueron ni 5 las páginas que se salvaron de la papelera. Greenpeace acabará denunciándome.
Es siempre amor sobre lo que trato de escribir, siempre intento explicar que es solo una opción, una elección de lo correcto, pero siempre acabo odiando cuanto escribo y cuando escribo. Y ella siempre me recuerda que soy uno de los buenos en esta estúpida obra de teatro que algunos llaman vida.
-Tú eres buena persona. Tú eres uno de los buenos.-Dice mientras se ríe.
Ella se sabe una de las malas. No estoy tan seguro. A veces no siento, a veces me creo capaz de todo porque nada me afecta, insensible, cansado, estoy por encima del bien y del mal, podría ser el ángel exterminador de sentimientos.
Siempre trato de escribir sobre amor y acabo odiando a algo o a alguien en las líneas que escribo.
Me estoy quedando duro por dentro, no distingo el sexo del amor, la política de la corrupción, la gente del bullicio, lo correcto de lo incorrecto, todo es una masa inerme.
Diez de la mañana, recuerdo mi trabajo en España, no quiero volver. Aun así prefiero esto. Pongo música mientras me ducho.
Pienso en voz alta: ¿Es esta vida mejor?
Mejor, peor, igual. Todo me cansa. El sentir, el no sentir, todo. Salgo de la ducha.
La puerta del dormitorio está cerrada. No la dejé así. Con la toalla en la cintura la abro. Allí está, agachada deshaciendo la mochila, gira su cabeza y me mira.
-Hey! ¡Me he hecho un tatuaje! ¡Mira!
-¿Has necesitado seis días para hacertelo? –Tratando de no contener el sarcasmo.
-¡No me jodas Tom!... (piensa)…..¡Vamos al Frog Pond! –Dice mientras una mueca de felicidad le cruza la cara, no tiene lógica ninguna, se dedica a vivir, a ser feliz.
-Vamos Cathy, vamos. –Digo cansado.
Quizás sea uno de los buenos… y si no uno de los más gilipollas.
martes, 26 de mayo de 2009
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A veces buenos...otras malo...es lo q tiene el amorrrrr!!!tralará!!jeje
ResponderEliminarTranqui, no estás solo.
Saluditos de la chica ¿mala?, (creo q toca eso)jijiji
Creo que la ultima frase lo resume todo jjjajajaj.
ResponderEliminarMuy bueno el relato.
Un abrazo
Pocas veces bueno...lo del amor digo.
ResponderEliminarMas que una situación, la última frase resume un estilo de vida. jejejeje
Gracias a las dos por seguir pasandoos por aquí.